Los que sois aficionados a la fotografía o a la pintura ya sabéis perfectamente de que voy a hablar, para el resto explico un poco de que va esto de la “regla de los tercios”, que tiene que ver (en fotografía) con el encuadre y composición que escogemos a la hora de hacer una foto.
Se basa en dividir la escena en 9 partes iguales imaginarias (en muchas cámaras se puede activar la visualización de la normalmente denominada rejilla) trazando dos líneas horizontales... y dos verticales como se puede ver en las fotografías que escogí para la ocasión. A los puntos de intercesión de las líneas se deben procurar aproximar los objetos o partes de la imagen protagonistas de la escena. Está demostrado que la imagen tendrá mas fuerza y se atraerá el centro de interés de la mirada hacia estos. La explicación, según dicen algunos estudiosos del tema, es debido a la secuencia en la que el cerebro afronta la mirada de una imagen.
A partir de esta regla nace otra, la del horizonte, que aconseja que cuando fotografiemos un paisaje se procure que el horizonte coincida aproximadamente con una de las líneas horizontales, o sea, dejando 2/3 de cielo ó solamente 1/3 del mismo.
En realidad todo esto viene a llevarnos a intentar evitar las simetrías y a alejar en general puntos de interés del centro de la imagen.
A partir de aquí está en nuestras manos escoger cuando lo aplicamos según la escena , aunque, como dicen algunos fotógrafos, las leyes están para romperlas, pero sinceramente, cuando se siguen las normas las fotos salen con un equilibrio especial solamente superado cuando se rompen por grandes artistas.