Que mejor que hacer en una tarde lluviosa que montar la cámara en el trípode, colocar unos foquitos y buscar algo por casa que fotografiar. En este casó les toco a los instrumentos y de fondo las partituras de alguna obra ya repetidamente interpretado por una de mis hijas.
Suenan bien, pero además son preciosos.
Suenan bien, pero además son preciosos.
