Cuenta la leyenda popular que en una escondida y fría cueva,habita una hermosa doncella encantada por un malogrado sortilegio.
Cada año en la noche de San Juan, sale de la cueva y desciende por los acantilados para caminar hasta la playa.
Se adentra poco a poco en las saladas aguas del mar.Mientras se baña peina sus dorados cabellos con un peine de oro y diamantes.
Al cabo de un rato vuelve a la cueva de la que no vuelve a salir hasta el próximo año.