Aunque parezca una fotografía fácil de hacer, en este tipo de fotos nos encontramos con el problema de que es imposible ajustar la exposición para que se vea de forma correcta tanto el interior de la estancia, con una poca luz artificial, como el exterior, repleto de luz natural, aunque sea, como en este caso la ultima hora del día.
Para hacerla se puede optar por dos opciones. Una pasa por hacer varias fotografías con trípode para no variar el encuadre, exponiendo bien en cada una de ellas las distintas partes, para luego fusionarlas con el sistema de capas de PhotoShop o, como hice en este caso, iluminar la estancia para igualar la cantidad de luz.
Para la ocasión utilicé dos flashes sincronizados mediante un dispositivo inalámbrico que va en la cámara , situados a ambos lados y fui probando a regular su potencia de destello y posición hasta que me gustó el resultado. El único problema de esta técnica es luego regular en el ordenador la temperatura de los colores de la típica luz del flash y unos toquecitos mios finales aumentando algo el contraste del paisaje y aplicando un poco de filtro de desenfoque de movimiento a las nubes.
Espero os guste el resultado.